MAMÁ, POR FAVOR, ¡NO COMENTES MIS POSTS!

Puede que te haya pasado que tu madre, padre, herman@, o alguien de tu familia, comenta uno de tus posts que tienen que ver con tu trabajo, y es un comentario que te parece demasiado íntimo, o cuenta algo de ti que no quieres que se sepa, o simplemente no te gusta que aparezca a la vista de todo el mundo.

Te da palo decirles algo porque lo hacen con amor, porque sienten orgullo, porque te quieren… pero si te sientes incómod@ tienes que decírselo. Te propongo tres estrategias que te pueden ayudar:

  1. PIDE, DE MANERA ASERTIVA, QUE DEJEN DE HACERLO. Para ello puedes dividir la conversación en tres partes:

a.   QUÉ HA PASADO. De manera muy objetiva y sin juzgar si está bien o mal, describe qué han hecho (en esta parte no digas aún que no te ha gustado, solo describe lo que ha ocurrido). Por ejemplo: “Has contado una cosa personal sobre mí en mi cuenta de IG que ha podido leer muchísima gente”.

b.   QUÉ TE HA HECHO SENTIR. Céntrate en ti, no en lo que han hecho. El problema no es si lo que publican está bien o mal, sino lo que te hace sentir a ti. Elige bien la emoción en concreto y evita las que implican una acusación (“me siento utilizada/o”, “me siento humillada/o”, etc). También puedes explicar por qué te sientes así. “Me ha molestado (enfadado, entristecido, incomodado…) porque es algo muy personal y prefiero que no se compartan cosas tan íntimas sobre mí en las redes”. O bien “quiero poder tener el control de lo que se sabe sobre mí y de esa manera no lo tengo…” etc.

c.    QUÉ NECESITAS. Explica de manera concreta qué quieres conseguir, por ejemplo “me gustaría que no publicaras cosas personales sobre mí”, “sería importante para mí que me consultaras antes de publicar algo” …

2. UTILIZA LA TÉCNICA DEL «DISCO RAYADO».

Si la asertividad no te ha funcionado y te piden explicaciones, te ves justificándote sin parar o crees que te están haciendo chantaje emocional, simplemente di que no una y otra vez, de manera educada. No te justifiques. Puedes utilizar frases como “entiendo lo que dices, pero ya te he explicado mis motivos y no me gusta que escribas en mis redes”; “te agradezco que estés orgullosa de mí, pero prefiero de verdad que no escribas en mis redes”; “Sé que quieres estar presente en mi vida, pero necesito que lo estés de manera discreta así que prefiero que no escribas en mis redes” … sí, sí, te repites…¡por algo se llama el disco rayado! ;).

3. ADVIERTE DE LAS CONSECUENCIAS.

Si las dos opciones anteriores no han dado resultado, a lo mejor tienes que avisar, de manera cariñosa, que si sigue escribiendo en tus redes tendrás que eliminar sus comentarios. Puede sonar a amenaza, pero plantéatelo como una consecuencia. Están superando tu límite y a pesar de haber pedido que no lo hagan de manera educada y asertiva, lo siguen haciendo, así que tendrás que poner un límite más rígido. Cómo gestionen este límite será su responsabilidad, no la tuya. Tu responsabilidad ha sido pedir lo que necesitas.

Espero que estas estrategias te ayuden a comunicarte de una manera más sana, y, sobre todo, a reconocer tu derecho a expresar tus necesidades y poner tus límites. Si quieres aprender a hacerlo en una situación concreta de tu vida, escríbeme un mensaje y veremos cómo podemos trabajar junt@s para conseguir lo que necesitas.

Post Comment